Súper Skunk y esa tendencia del Gran Buenos Aires

Pasó con La Espiga (Glew), con Talleres (Longchamps), con Santa Rosa (Morón), con Niupi (Villa Celina) –en menor medida si se quiere-, con Mariano Moreno (Longchamps) y ahora con Súper Skunk de Ituzaingó… No quedan dudas: en lo que respecta a Copa Nacional de Campeones los elencos del Gran Buenos Aires están un pasito por encima del nivel de las demás localidades.

Llevan ese “no se qué” incorporado, ese potrero innato quizás, que los hace jugar a otra cosa. Llegan y ellos mismos se ponen el lote de candidatos. Con el correr del torneo se van acomodando a lo que pregona el torneo, a las claras de que están acostumbrandos a otro tipo de roce y a una competividad no tan amena como la que intentamos inculcar siempre en nuestra movida. Se aclimatan con una fotito, una nota, una charla con los locales y ya desencadenan un fútbol grato que los destaca del resto. No por algo son los habituales campeones de la mayoría de nuestros torneos.

El caso puntual de Súper Skunk trata de un conjunto de Ituzaingó que se asemeja a un club profesional. Se lo toman así. Les gusta ser presentables, ordenados y tomarse las cosas bien en serio. Se alquilaron una casa-quinta por el fin de semana en Trenque Lauquen y descansaron allí cual elenco profesional: descansos post-partido, piecitos en el agua, fruta para reacondicionarse y a volver a competir. Son una familia de alrededor de 50 personas que compite de lunes a sábado en 6 torneos semanales diferentes. Una completa locura. Relucen en fútbol 5, 7, 11 y Senior y cuentan en total con más de 30 títulos en 5 años de historia.

Súper Skunk se quedó con la Copa de Oro en Trenque Lauquen.

El representante de Líderes en Deportes (torneo que mandó al campeón de Oro del Regional de Mercedes y al campeón de Plata del de Tandil), debutó ante el local Delegación Trenque Lauquen, que llegaba entonado por jugar en casa tras lograr el Bronce en Balcarce. Fue un auténtico partidazo, de momentos para ambos y que terminó empatado 8-8 con un cabezazo letal de Luciano Ledesma en los últimos instantes del partido. Skunk quedó con gusto a poco pero le sirvió la experiencia del duelo inaugural para empezar a adaptarse a las condiciones propias del hábitat: los espacios del terreno, la pelota, el clima. En fin, acomodarse más rápido que todos sus rivales.

“Por lo que dicen todos nos tocó la zona más pareja”, nos comentó Marcelo Morelli, uno de los DT’s del equipo, previo al segundo partido. Se venía Casa Pamqui de Santa Rosa, La Pampa, y él aclaró que ya lo había visto jugar y que se trataba de “un equipo parejo que tiene sus defectos y que se le puede ganar”. Quien diría después, que además de ese duelo en fase de grupos, Skunk-Casa Pamqui sería la gran final del Regional.

A su lado, el otro director técnico –quizás el más tacticista complementando el lado pasional de Morelli-, Emanuel Taburet destacó la nueva oportunidad que se les presentó con este viaje: “Venimos a disfrutar con responsabilidad y con el objetivo de llevarnos el viaje a Mar del Plata. Salimos de la ciudad para jugar un torneo muy serio y bien armado, que nos sorprendió”, dijo. Por otra parte, valoró el compromiso de sus jugadores y la armonía que se genera al alternar minutos en un elenco que llevó 14 futbolistas al certamen de fútbol 7.

Por último, al capitán Franco Larenas le preguntamos donde podía estar la clave para ganar un certamen de un fin de semana y fue clarito: “Hay que cuidarse físicamente porque el físico y el recambio es fundamental”. Quizás allí terminó encontrando Skunk el diferencial sobre el resto. No solo la condición física, sino que titulares y suplentes tenían el mismo nivel y cuando el rival estaba cansado ingresaba un rival fresco para acorralarlo. El picantísimo Pablo Álvarez fue quizás de lo mejor que hubo en el torneo y le tocaba ingresar con el cotejo iniciado, por ejemplo.

Franco Larenas es quien maneja los hilos en Skunk.

Tras la nota, y luego de quedarnos charlando un rato en off con los muchachos, Skunk ganó un duelo clave para meterse en la Copa de Oro. Superó 8-6 a Casa Pamqui después de un arranque furioso con goleada parcial y se adueñó del grupo.

Al día siguiente, Los Picapiedra de Pellegrini los sorprendió ganándole hasta mediados del segundo tiempo, cuando los de Ituzaingó pudieron dar vuelta las acciones (4-2) y se terminaron clasificando a las semifinales.

En esa próxima instancia, los que además compiten en Merlo, Morón y San Justo, se cruzaron con nada más y nada menos que con el campeón Nacional MB Eventos de Ayacucho. Ellos mismos culminado el torneo admitieron que ese era el verdadero duelo a ganar. Casi como una especie de final anticipada que se dio por cómo quedaron preclasificados tras la primera fase. El inicio de los verdes y negros fue arrollador. No sólo ganaban a los 20 segundos de partido sino que se fueron al descanso con un imponente 5-1 en el marcador. Un baldazo de agua fría para MB que venía haciendo un torneo bárbaro y no encontró ningún tipo de respuesta en los primeros 25 minutos de juego. Skunk ya había aprendido bien a usar los espacios del campo, a hacer los relevos y a cerrarse mucho mejor en defensa, su déficit en partidos previos. Cada vez que se acercaron los de Jorge Videla, el futuro campeón volvió a golpear y terminó triunfando en un atractivo 7-5 final.

Ya en el cotejo decisivo y con la candidatura puesta, los de Ituzaingó no decepcionaron y arrollaron ante Casa Pamqui. El duelo terminó en un maquillado 6-3 pero la realidad es que los de Líderes fueron muy superiores y ya en el primer tiempo habían casi liquidado la final. En el inicio del complemento estaban 6-0 arriba –y con la gran tarea de Maxi Heck en el arco pampeano- y pensando en el viaje a Mar del Plata. Se les dio así eso que tanto buscaban. Como decíamos en el arranque de la nota, llegan y ellos mismos se ponen el mote de candidatos. Los entrevistamos después de haber empatado en el debut y lo primero que dijo su entrenador fue que estaban en Trenque por el viaje a Mar del Plata. Sin eludir eso nunca de la cabeza, el fútbol los premió y todo el complejo los terminó aplaudiendo en una muestra de que de verás fueron el mejor de los 12 conjuntos del certamen.

El video-resumen de la final del torneo.

Pasaron los festejos, las bengalas de humo, los fuegos artificiales y los propios jugadores se mostraron muy agradecidos por cómo los recibió la movida, la gente de Trenque Lauquen y el espíritu de la competencia.

Taburet resaltó nuevamente el compañerismo de los suyos, el disfrute de las tribunas y el hecho de llevarse “más de lo que esperábamos”. Además, comentó la rutina post-partido con el hecho de disfrutar de algunos permitidos pero siempre con la cabeza en el objetivo de ganar el torneo.

Larenas, mejor jugador del Regional, valoró el recambio y el apoyo del plantel en todo momento, la unión del grupo y el aliento de los compañeros que no pudieron viajar: “Son importantísimos y sabíamos que estaban al lado nuestro”, subrayó.

La figura de la final, Iván Mariano Mora, destacó el duelo clave que le ganaron a MB Eventos mientras que el goleador del campeonato -junto a Pablo Liuzzi de MB-, Facundo Saavedra (11), le dio lugar a sus compañeros en su logro personal: “Tengo unos compañeros terribles y hay que agradecerle al equipo y a los que quedaron allá que nos bancaron en todo momento”.

Así, 3 de los 4 Regionales de la Provincia de Buenos Aires se fueron para el Conurbano Bonaerense, con la excepción de Deportivo Estrella de Olavarría campeón en el Regional de Tandil. De los últimos campeones Nacionales tres son de la Zona Sur (La Espiga y Talleres) y el que evadió la “regla” fue MB Eventos con esa histórica final que le arrebataron a los de Héctor Catán. Pero ojo, a no confiarse que esto crece día a día y con el correr del tiempo no sólo se empiezan a sumar elencos de varias provincias sino también elencos invitados de otros países.

En Lobos, donde por ejemplo competirá La Espiga, ¿habrá excepción a la regla?