En la categoría más grossa del Nacional, La Espiga de Glew volvió a arrasar y cumplió con su candidatura tras llegar como campeón defensor y con una contundencia admirable se convirtió en el primer bicampeón de la historia de la competencia.

En un viaje que inició con algún que otro contratiempo, ya que se les pinchó una rueda rumbo a Mar del Plata, el equipo de Héctor Catán resolvió como nunca hemos visto cada partido. Juegan con una tranquilidad y sobriedad que asombra. Nunca parecen desesperados ni desacomodados. Saben cuando circular la pelota y cuando dañar. Sus partidos marchan a la velocidad que ellos quieren. La mueven de un lado para el otro, con paciencia, y cuando quieren… parecen finalizarlo todo. En 5-10 minutos son capaces de anotarte tres goles y eliminar cualquier tipo de esperanza. Por ello, y mucho más, los de Glew tienen algo así como 60 títulos en sus 7 años de historia. Terrible…

En esta Copa Nacional el camino al éxito arrancó con el cotejo filmado en vivo y por streaming frente a Pipa de Junín, en un duelo que culminó en un atractivo 6-3. Jonatan Soplán -ex Arsenal de Sarandí-, “10” y goleador del certamen, lo definió como un encuentro “duro” donde su equipo tuvo que ir “agarrándole la mano”. Por otra parte, destacó las dimensiones de la cancha: “Es bastante grande y eso nos favorece por nuestro juego”, remarcó tras manifestar que con sus compañeros arribó a la ciudad costera para jugar, divertirse y competir.

En segunda instancia, el rival a vencer fue un viejo conocido: el Deportivo Estrella de Olavarría, aquel equipo al que habían goleado en los cuartos de final en diciembre en Tandil (ver video) . El panorama no cambió mucho y con la figura de Matías Sánchez el resultado también fue tenístico: 6-2. El carrilero izquierdo remarcó que La Espiga entra a todos los campeonatos a jugar como lo hacen en todos lados: a los pases. Además, se imaginó ya en una hipotética final y subrayó la ausencia de Erick Aparicio, mejor jugador del Nacional Tandil 2017: “Es un jugador bárbaro, de nivel profesional, tiene que estar pero de todas maneras hay otros jugadores que lo pueden reemplazar”, finalizó.

Al día siguiente, y ya con el plantel completo en “La Feliz”, el equipo se movió al compás de Pablo Catán y se metió en una nueva final. En cuartos de final, La Máquina Rusa de Rosario, campeón de la Loyal League de su ciudad, no se la hizo nada fácil pero su esfuerzo no fue suficiente: los de Zona Sur de Buenos Aires volvieron a mostrar su aplomo y se impusieron 5-2.

En semis, un clásico de la Copa del Rey de Longchamps se hizo presente en el Nacional: Albinoleffe vs La Espiga. Dos elencos que se suelen enfrentar en sus pagos, y que en la transmisión en vivo que hicimos desde Facebook notamos que mueven muchísima gente –el video informal tuvo más de 6 mil reproducciones y 350 comentarios-. En el primer tiempo, Albinoleffe se replegó para salir de contra y propuso un partido muy chato, que se fue al entretiempo sin goles y con muy pocas chances claras. En el complemento, se dio lo que decíamos al principio de la nota: hay partido… hasta que La Espiga lo decida. En 3 minutos, dos goles anticiparon una nueva goleada del negro con la doble banda. Fue 5-1 y a prepararse para la final.

En el duelo definitorio, la gran sorpresa del certamen lo esperaba ansioso. Termas Huinco, subcampeón marplatense, tuvo un torneo heróico que culminó en la final tras darle vuelta un partido histórico a Consagrados de Olavarría –campeón del torneo un año atrás-. Luego de un primer tiempo en donde La Espiga dominó la pelota en todo momento y se puso en ventaja con gol de Jorge Suárez, Termas sacó de la galera el empate con tanto de Agustín Carbalho y llevó las cosas 1-1 al descanso. En el complemento, los de Glew con su belleza futbolística volvieron a golear y se impusieron 4-1, para campeonar con el mismo resultado finalista que había conseguido en Tandil frente a Intocables de la ciudad serrana. Dos tantos fueron de Soplán –uno de penal- y el otro una obra de arte del “Chimi” González, que acumuló a todos las camisetas blancas y verdes que lo perseguían, cuchareó la pelota entre dos defensores con un autopase soñado para definir con tranquilidad sobre José Rando y darle la frutilla del postre a su elenco con el mejor gol del campeonato y, quizás, de la historia del Nacional.

Jorge Suárez, elegido mejor jugador del fin de semana, destacó el nivel competitivo de la Copa pero consideró que su equipo termina siempre goleando porque están armados hace mucho, se conocen y vienen jugando hace tiempo juntos. Vaya si se notará…

De esta forma, La Espiga conquistó el título 58 de su historia –de aquel momento a este ya cosechó un par más- y dio la pista de que será muy difícil quitarle la corona. Pero lo difícil no es imposible y veremos si algún equipo se le anima en marzo en Tandil… Su técnico, “Yin” Catán, quién tendrá pronto en la web su interesantísimo testimonio, está tranquilo… Él no se fija en quien está del otro lado. Él se baja del auto o la combi y manda a los suyos a la cancha con la seguridad de que con su inteligencia sabrán manejar los momentos del partido, sabrán disponerse tácticamente y acabarán por imponerse. Una y otra vez.

LA TRANSMICIÓN DE LA FINAL

El por qué La Espiga ganó su segundo Nacional, su segunda moto y el champagne de 6 litros:

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