Algunos se sorprendieron cuando el Nacional de Tandil de 44 equipos tenía sólo un representante local. Sin invitaciones especiales, la plaza la obtuvo el campeón de verano, La Into, y vaya si la supo aprovechar. Reeditó lo hecho por Intocables en 2017 y llegó a la final del torneo, estando a dos minutos de haberse alzado con la gloria.

La Into dejó bien parada a Tandil.

Todo arrancó en la ciudad serrana a fines del año pasado cuando un certamen clasificatorio en el predio principal de la movida, Los Silos, definía al único tandilense en el Nacional de Campeones. El verdinegro, que también se anotó en la Fair Play, fue de menos a más. En una fase de grupos muy irregular ganó 3, empató 1 y perdió 3, clasificando como tercero de su grupo.

En los cuartos de final, se medía con otro que estaba saciado de jugar la cita máxima. An-Vivo, con ese gran fútbol juvenil, era otro de los candidatos y lo topó en el primer cruce. El duelo terminó empatado en 1 y la contienda se definió en los penales. Una tanda que no sólo dejaba a un equipo afuera del torneo de verano sino que automáticamente lo destituía del sueño Nacional. Con esa presión La Into se impuso y se metió en semis para seguir esperando la revancha del Nacional 2019 en donde cayeron con 5L de Burzaco en la final de Plata (4-3).

En semi también sufrieron hasta el final y necesitaron de los penales para avanzar. Habían igualado 4-4 con Constructora Paco y tras pasar por los remates desde los 12 pasos se cumplía la final por todos esperada antes del torneo. Ni más ni menos que Intocables, uno de sus mentores originales, buscaba derrotarlo en la final y cumplir el sueño de estar también en una competencia que tanto disfruta.

Ambos, conociendo el paño de lo que venía, querían si o si la plaza pero sólo uno lo conseguiría por mérito deportivo. Y La Into se impuso en una final más. Le ganó 4-2 el duelo decisivo, se coronó campeón y clasificó al Nacional con el lujo de ser el único tandilense que reciba a tantas delegaciones de ciudades, provincias y países de afuera.

El sorteo de grupos quizás lo decantó en una Ronda un poco más accesible por lo que no iban a dudar con su ambicioso objetivo: ganar la Copa de Oro. La prueba de fuego que lo alentó a buscar eso que es tan difícil fue el debut en Independiente. Defensa y Justicia de Resistencia, campeón del Inteprovincial Chaco-Corrientes de diciembre y semifinalista del Provincial de Rosario –ambos de fútbol 5-, era el cabeza de serie que lo cruzaba en la mañana.

El verdinegro pudo imponer condiciones y con un triplete de Ema Curcio arrancó su ilusión con triunfazo 4-2. Esa idea de que podían luchar arriba se consolidó con la goleada 3-0 sobre Stud MyM de General Alvear, a quien vencieron con doblete de “Carloncho” Romano y un tanto en contra.

Carlos Bustamante define para el 4-2 sobre Defensa.

En los cuartos de final tuvieron un partido de esos “chivos”. La Sub 21 de Ayacucho llegaba entonado tras vencer en el grupo a Mariano Moreno de Longchamps y con los refuerzos tandilenses de Martín Camio –defensor- (Caravana Mágica) y Leonardo Deanes –delantero- (Intocables), buscaba seguir batiendo sus marcas. El partido fue muy parejo, sin nadie que regale nada, y con los penales nuevamente victoriosos para La Into. Tras el 2-2 con tantos de Axel Gorozo –titular en el Equipo Ideal del Nacional- y Jonathan Arias, la tanda volvió a darle una alegría a los de Maxi Turri.

“El Nacional es algo diferente. Nosotros fuimos a Trenque Lauquen –llegaron a cuartos de Oro- y es otra movida. Vienen equipos internacionales y lo vivís de otra manera, como si fuera un campeonato de AFA cuando jugas fútbol amateur”, recalcó el golero Horacio Schlotthauer. A la hora de elegir un momento en la historia del equipo que lo tuvo toda su historia en el arco tiró: “El que viene”. Y probablemente lo haya sido.

Schlotthauer le tapó un penal a Camio en el partido y otro en la definición.

Carloncho Romano, por su parte, habló de la importancia de su equipo en su vida: “Estoy enamorado de La Into. Tengo mis amigos y me siento lo más feliz que me puedo sentir con ellos y con estos colores, que los amo”, subrayó.

El “Tigre”, Jorge Martínez, agregó que es un elenco que tiene mucho sacrificio, que no regala nada y que va a morir en todas las pelotas. Por último, Carlos Bustamante, veterano de calidad, dijo que fue su primera incursión en la competencia y que sufre con ellos pero también lo disfruta.

La semifinal era un plato más que fuerte, dado que en frente estaba el campeón defensor del torneo: MB Eventos de Ayacucho. Fue una batalla con un corte por una lluvia torrencial de unos pocos minutos y que tuvo pasión y fútbol. Lo ganaba el local con gol de Gorozo, lo empató Abel Najurieta y Jonathan Arias le dio cifras definitivas al duelo (2-1). La Into era finalista del Nacional. Lo que le venía siendo esquivo a los históricos Intocables y Caravana Mágica lo lograba un equipo que fue paso por paso superando instancias cada vez más difícil y sacando su aplomo con su esencia para clasificarse al partido que los 44 equipos querían jugar en la previa del torneo.

El cotejo decisivo lo medía con el Equipo Fair Play de la temporada, bicampeón de Mercedes y finalista del Provincial de Mar del Plata: La Pesada de Mercedes. Romano a los 3 minutos alimentó la ilusión de los tandilenses con una definición quirúrgica que hizo nacer un nuevo partido. Los de Turri se plantaron bien en defensa con sus dos líneas de tres y a partir de ahí se aproximaban sin desesperaciones a Ema Curcio.

Lautaro Torre lo empató en 1 pero La Into siguió con su trabajo de hormiga y volvió a ponerse arriba con un cabezazo de Curcio que agarró mal parado al arquero y le dio la ventaja parcial. A defender la ventaja en los minutos finales, a soñar con tallar su nombre en el copón de Copa Nacional de Campeones.

La resistencia duró varios minutos, con la pelota del rival pero sin grandes sobresaltos. Finalmente, a dos minutos del final, en una jugada de varias embestidas y rebotes, Ángel Farías decretó el 2-2 final y mandó a definir el campeón en los penales.

La vía por la que en su largo camino a la final de un Nacional de Campeones le dio réditos con An-Vivo, Constructora Paco y La Sub 21 le sería esquiva esta vez. Con el aliciente de que el último penal lo falló el gran emblema de este equipo, Carlos Romano, el sueño de campeón se desvaneció pero fue tal el papel del único local en el torneo que no hubo lugar para reclamos, para cabezas gachas, para enojos. La Into volvió a poner el nombre de Tandil bien arriba -como en el inicio de esta movida a fines del 2014 en Regionales en los que los serranos se repartían todos los títulos-, disfrutó de una competencia espectacular, sumó experiencias para el grupo y quizás lo más importante: se preparó para lo que viene. Porque su gran anhelo de ganar una A-1 en la Copa Cosa de Serranos se alimenta más que nunca con un plantel bien reforzado y que demuestra que le puede hacer frente a cualquiera.

Que pase la pandemia, que vuelva el fútbol y la gran competencia, esa donde el verdinegro siempre estará enganchado. Felicitaciones por tremenda a campaña a los muchachos que mantienen sus bases, sus referentes, su grupo de amigos y su pasión por el fútbol y el amateurismo. Fueron profetas en su propia tierra.

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