Dentro del mar de cientos y cientos de equipos que han jugado alguna vez la Copa Cosa de Serranos, además del coloso Caravana Mágica, reluce en Tandil un equipo histórico como Intocables, que ganó dos veces la máxima categoría de ese afamado torneo, triunfó este año en Copa Argentina-Serrana y en el Torneo Invernal, y en la movida de Copa Nacional de Campeones logró un título histórico cuando por primera vez visitamos la ciudad de Mar del Plata con cuatro equipos dentro de los que salió como el mejor el verdinegro (2016). A fines de 2017 y en su tierra, Intocables fue subcampeón del Nacional de Tandil cayendo en manos de un debutante llamado La Espiga de Glew.

Con tamaños logros, cómo no iban a ser candidatos a pelear un campeonato Regional en su vuelta a los viajes tres años después de vencer en la final a Pipa de Junín en “La Feliz”. Fueron para muchos un eventual segundo de Santa Rosa de Morón en Gesell ya que eran de lo mejor que tenía el torneo y la suerte –o el cuadro, mejor dicho- les anticipó en semifinales el duelo ante los especialistas en esto del fútbol 5. Habían sido el mejor primero de las zonas y venían de golear en cuartos de final, cuando se vieron dignamente derrotados con el futuro campeón del certamen (3-1).

Si algo distingue a los equipos grandes es su esencia. Algo distinto tienen, sin dudas. Cada uno con lo suyo. Intocables es un conjunto metódico, con un delegado como Matías Darugna (ver nota de por qué fue elegido nombre del Clausura en Tandil), que está en todos los detalles. Pregunta en un lado y en otro. Quiere estar al tanto de todo y es un estadista casi sin darse cuenta, con esto de enorgullecerse por ser la valla menos vencida del torneo o por meter tres representantes en el Equipo Ideal del torneo. De su mano el que de “la unión hace la fuerza” seguramente seguirá creciendo y, como dice su arquero y figura “Bachi” Cordero, seguirá aprendiendo en cada una de sus experiencias. Porque en el fútbol, y en la vida, no todo es victoria y de las derrotas se obtienen aún más enseñanzas.

Intocables lo vive con pasión.

Sabían que juegan fútbol 8 y el torneo era en superficie de 5, y lejos de querer adaptarse en pleno torneo –algo que por lógica siempre se sigue puliendo desde adentro- sacaron un par de turnos en Tandil en cancha de 5 para ir amoldándose a la competencia. Eso es tomarse en serio el torneo. Eso es no querer regalar nada. Es un detalle pequeño, quizás, pero… ¿cuántos equipos se toman esa molestia?

Así, “desde el vamos” los tandilenses llegaban como uno de los protagonistas del torneo. Y, claro, no decepcionaron. Les costó el debut con Mandale Fruta de Rauch pero luego de vencer 4-3 empezaron a desplegar su mejor fútbol. La seguridad y salida de Cordero en el arco, la dupla de calidad en el fondo con Salituri y Guille Ruiz y la potencia arrolladora que mostró Duggan Ots en el ataque hacían de los de Darugna un relojito. Y si a eso le sumas que en el banco había recambio en cantidad y calidad –“Paquito” Saltalamacchia y Pedro González, por ejemplo, arrancaban afuera-, el combo lucía perfecto.

Llegaron entonados a los cruces como el mejor puntero y golearon muy bien a uno de los mejores segundos, como el campeón de la “B” ayacuchense, Sin Dramas. Arrancaron perdiendo pero con otro ritmo y frecuencia terminaron goleando 11-3 con 4 tantos de Ots.

“Me asunté 3 años después del campeonato en Mar del Plata y cuando se me presentó la oportunidad de volver ni dudé en hacerlo en Intocables. Me han dicho de jugar en varios equipos pero no hay ninguno como este. Lo que tengo en Intocables no lo tengo en ningún lado: familia, amistad, compañerismo, gente que te pregunta que necesitas”, tiró el “Finlandés” en la nota con Darugna y Cordero que le hicimos pre-semifinales. Sentido de pertenencia, otra de las claves de este elenco.

“Nos lo tomamos en serio por el hecho de que cada partido que jugamos, aprendemos. No estamos acostumbrados. Esto es más tranquilo y nos vamos acostumbrando a eso. Cada partido que pasa vamos aprendiendo”, reflexionó Héctor Cordero. “Tenemos que agradecer el lugar en el que estamos y el trato de la gente”, agregó.

A su lado, el referente de este plantel, Matías Darugna, aclaró que siempre trata primero de armar bien el grupo. “Es la idea nuestra: tomarlo con seriedad y pasarla bien. Comimos un asado anoche, nos levantamos temprano, desayunamos y vinimos enfocados en el partido”, sumó. Por último, a la hora de imaginar el duelo con el candidato Santa Rosa fue claro: “Son esos desafíos sanos y lindos que nos gustan a nosotros”, cerró la nota luego de dedicarle el momento a los familiares y amigos que quedaron en Tandil.

Llegó la media tarde y Santa Rosa lo esperó con la paciencia de siempre. Intocables lo esperó bien atrás pero no fue suficiente. 3-1 fue el triunfo de los moronenses que después golearon 11-4 a Transporte Lore en la final del torneo. Para Intocables, la cabeza alta del tremendo torneo que hicieron y la oportunidad de volver a medirse con los grandes elencos de la provincia en el Regional de Olavarría -25 y 26 de enero- que será clasificatorio al Nacional de su ciudad -22, 23 y 24 de febrero-.

Comentarios

Comentarios